Punto tres

Hojas verdes
rojas, amarillas, color ceniza
color tierra, arcilla, magenta
color piel, muy semejante
hasta las hojas asemejan extremidades
son dedos esos que plantamos
seres completos se crean de la tierra

Entonces, hecho a mi semejanza
nada debo temerle
mas bien el debe seguirme
temerme, verme como su Dios
pues ha salido de mi codigo genetico

Entonces me observa, iguales sus ojos
igual su expresion sin marca
sin expresion, marca, me marca
desmarca las expresiones de su rostro
arquea las cejas, a medias cierra un ojo
observando, atentamente, conciente
entonces, teme

Siente el miedo carcomiendo su alma
es mucho el peso de ver a Dios
el miedo se transforma en terror
el terror da paso a la locura
la locura es un don divino
consumado al ver a Dios mismo

Comienza entonces a gritar
ve esos dedos que compartimos
pero sus manos son poderosas
su voluntad es divina
su fe inquebrantable
quiebra montañas, quiebra sus huesos
entonces se deshace sobre si mismo
convertido en polvo
el viento lo esparce entre sus alturas

La tarea de un Dios no es facil.






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© Hernán Pumarino // Pseudohumano Artworks 2011