martes, 30 de diciembre de 2014

Estoy harto de sentirme miserable constantemente y tener que guardar silencio porque, aunque diga algo, se que nadie me va a tomar en serio o le va a importar. Estoy harto de sentirme insatisfecho por no lograr nada, estoy harto de sentirme solo porque tal parece que nadie se acuerda que existo si no le hablo yo primero. Estoy harto de tener que ser fuerte. Y la presión de tener que serlo igual, de tener que rendir, de ser productivo al 100% todos los dias, me esta matando de a poco. Estoy harto de tener que seguir de pie, yo también merezco descansar. Yo también merezco derrumbarme a veces. Yo también merezco ser escuchado, ser contenido, yo tambien merezco ser débil, poder desahogarme. Quisiera llorar pero siento una apatía tremenda. No es nada nuevo.

sábado, 27 de diciembre de 2014

2015 es el año en el que dejo de preocuparme por gente a la que le importo un carajo, el año en que me preocupo por mi, en el que me cuido y dejo de sacrificarme en vano por weas que no lo merecen. Y en el que hago mi mejor esfuerzo por hacer cosas por mi beneficio, mi desarrollo personal y mi propio bienestar.

domingo, 21 de diciembre de 2014

Qué vacía se ve la vida. Qué aburrido estar así. Qué bodrio inmenso ir cambiando canales en la tele, que ajeno se ve el bulevár con la luz del verano, qué desdicha ver tanta mujer hermosa vacia por dentro. Qué molesto comer basura con sabor a nada. Qué aburrido viajar a ver ese concierto que tanto querias, qué insípido el sabor de un buen vino, qué empalagoso el dulce del licor, qué frío el ritmo apasionado del sexo. Qué secos mis ojos que hoy despiertan, viendo un amanecer opaco y lánguido, qué fatiga da despertar... y qué remedio hay en todo, mejor retraso el reloj y sigo durmiendo.

martes, 16 de diciembre de 2014


Recuerdo tu desdén,

Te evoco sin razón,
Te escucho sin que estés.
"Lo nuestro terminó",
Dijiste en un adiós
De azúcar y de hiel...
 
Lo mismo que el café,
¡Que el amor, que el olvido!
Que el vértigo final
De un rencor sin porqué...

Y allí, con tu impiedad,
Me vi morir de pie,
Medí tu vanidad,
Y entonces comprendí mi soledad
sin para qué,

Llovía y te ofrecí, el último café...

miércoles, 3 de diciembre de 2014

Se me va a repetir varias veces ese momento culiao...

Hoy estuve a centimetros de morir y todavia estoy temblando, en estado de alerta. Me duele la pierna y quiero dormir.

viernes, 28 de noviembre de 2014

The New

Es dificil plantear esa sensacion de nostalgia, esa huea de tener ganas de escuchar canciones tristes, botarme en la nada, cantar a todo pulmon por lo que no logro llorar ni sacarme de encima, mandar a la mierda la frustracion de todo lo que anda mal en mi vida... Extraño mucho todo, me siento solo, me siento patetico... Me pondria a escuchar Interpol horas, esperando como varios otros dias como la noche se atenua dando paso a la mañana, esperando que asimismo mi tristeza merme dando paso al sueño, a una realidad menos gris y sin memoria, como lo mismo que ansio.

miércoles, 12 de noviembre de 2014

Cuestiono constantemente mi relevancia en la vida de la gente con la que interactúo. Creo que es la única forma de evitar apegarme más de la cuenta. Aunque hay gente con la que realmente me gustaría fortalecer el vínculo, me encantaría ser parte importante, estar ahí, simplemente no se puede solo porque yo quiera. Y es una lata pensar que son muchos, muchos menos los que realmente me tienen esa estima que ando buscando. Creo que en la vida de varios sería como esa lata de atún a medio comer que lleva semanas en el refrigerador, agarrando moho.

lunes, 27 de octubre de 2014

It's been 10 years or maybe more...


En este blog, en general, escribo mucho de amor.

Pero de un amor patético, sufrido, de un amor innecesario.
Idealizado. Complicado.

Y espero que esto sirva de autocrítica. De una forma de ir despegándome de ese sentimiento.
Debiera dejar de perder el tiempo. Es raro pensar que tengo muchos cabos sueltos por atar, pero que son todos culpa de mi mismo, de mi propio afán por perseguir imposibles.

Espero dejar de tenerte en un altar, conozco tus fallas y tus vueltas, he tenido tiempo para observarlas bien. Pero el corazón no elige. Mas bien, olviden esa hueá, la mente es quién elige. Yo soy quien elige. Debiera ser hora de pasar la página no más, me hace falta enfocar energía donde realmente la necesito.

Debiera ser más.

Merezco ser más.

sábado, 18 de octubre de 2014

Do I Wanna Know?




Sigo esperando a que vuelvas.

El otro día hasta pensé en pasar a verte pero no tuve el valor, pasé por afuera de tu pega y pensé que quizás no estabas, que estabas muy ocupada sino... Para alguien como yo, eso es.

Y no es por menospreciarme. Pero despues de tantos años, tantas cosas que han pasado, realmente me cuestiono constantemente si hay aunque sea, de tu parte, una pequeña curiosidad, una chispa de deseo, algo remotamente cercano a lo que yo siento. Para mi son esas ganas de ver una vez más que vuelvas a mi vida y que te quedes más que dos dias. Tengo tantas cosas para decirte...

Me gustaría explicarte como es para mi, que siendo una persona tan solitaria, pudiste marcar mi vida sin saberlo, que estuviste en mi mente años, te guarde mi corazón, mis anhelos, mis ganas. Y que por mucho tiempo, tuve miedo a no ser correspondido porque mi visión de la mujer se distorcionó sin darme cuenta como. Que cuando te veo a veces no me aguanto las ganas de tomarte firmemente y besarte, pero así como he tenido oportunidades, simplemente tengo miedo de nuevo... Es malo funcionar así. Despues de años de vivir con esa hueá de pensar en ti, de acordarme, de salir a tomar y pensar en llamarte después de tomar unas copas, decirte lo mucho que te extraño constantemente, querer ir a verte. sacarte a pasear, descubrir mi corazón frente a ti, y querer mandar a la mierda todo, para robarte un poco de ese amor que mides en dosis nocturnas.

Ni siquiera se lo que pase si te cuente todo esto... Realmente quiero saber?

viernes, 3 de octubre de 2014

Recuerdo tomarte de la cintura
Mientras endulzaba tu oido,
En los verdes pastos,
Tomados de la mano por Lastarria,
En las calles de la vieja ciudad descuidada.

Tu nombre sabía a pecado en mis labios
Y eso era lo que más me gustaba.
Me moría de miedo
Pero lo seguíamos haciendo.

En el papel quedaron muchas cosas,
Sabía más dulce la teoría que la práctica.
La fantasía era combustible suficiente
Para impulsar mi talento hasta los cielos.

La promesa de un beso,
De un encuentro casual,
De hacer el amor y extinguir el misterio
Consumiendo el oxigeno del tiraje
Con cada jadeo y gemido que pudiera sacarte.

Ya ni recuerdo por qué decidimos dejarlo,
Sera que los ideales jovenes mueren pronto.
Aún pienso que tal hubiera sido explorar
Ese camino sinuoso
Que se escondía entre tus sabanas.

jueves, 11 de septiembre de 2014

Save Me



...The years of care and loyalty
Were nothing but a sham it seems
The years belie, we lived a lie
"I love you 'till i die"...

jueves, 14 de agosto de 2014

Times Square II

"Contemplo como salen del local
parejas enlazadas de las manos.
Cuánta mujer hermosa en todas partes.
El vestíbulo exhibe con orgullo
su muestrario de chicas estupendas.

Un amigo a mi lado me saluda.
Me comenta: «Qué film más aburrido.
Las historias de amor son soporíferas».
Yo asiento. Y admirados vigilamos
a una mujer preciosa. Acompañada.

Observo cómo mira ávidamente
las muchachas que surgen de la sala
como los coches surgen de un garaje
ostentando sus líneas sugestivas.
Como las miro yo seguramente.

También él siente el tedio. Ambos quisiéramos
un amor, un hogar de esos que vemos
en el cine y decimos nos aburren.
No igual a aquel que tienen los amigos
que en su gran mayoría se han casado.

Ante una moto grande y esplendente,
como un bello caballo de fuel puro,
nos paramos: «¿Te dejo en algún sitio?»,
precavido pregunta. Yo no acepto.
Buscaré a alguna chica por el Village."

-José María Fonollosa

viernes, 25 de julio de 2014

Bien se sabe que la vida de los monjes es sacrificada. Por eso, es dificil plantearse como seria la vida de un monje budista en este mundo tecnológico, en pleno comienzo del siglo XXI, con todos los lujos y distracciones que la modernidad ofrece. Bueno, para ellos es algo normal, del día a día, para nada tabú. Tienden a lidiar entre ambas cosas, con la estricta disciplina que su oficio requiere, y los ratos de ocio en ligeras banalidades. Entre los niños, recién iniciados, esto es más habitual. Comunmente se puede ver grupos de niños rapados de hábito tomando coca-cola, escuchando musica, jugando y conviviendo con la tecnología, incluso a veces más seguido de lo permitido. Por eso me fue raro, en mi visita al templo de las deidades, ver a uno en particular que no gozaba tanto de los mismos lujos. Mas bien, en sus ratos libres, parecía seguir con la misma rutina de reflexión, ensayando mantras, posturas de meditación, escribiendo reflexiónes en una pequeña libreta. Los otros niños no se mofaban, no lo ridiculizaban ni condenaban, tan solo parecía fuera de lugar. Pienso de cuando en cuando en ese niño, tan disciplinado, concentrado. Tan enfocado en alcanzar la iluminación. Y en como yo, miles de metros lejos de allá, parezco día a día más alejado de un camino al que pueda reclamar como propio, blandiendo mis inseguridades al viento en un remolino, subyugado ante el caos de mi mismo, rendido al azar. A veces me gustaría ser como él: Una entidad que no tiene otra cosa en la vida que seguir el camino que le alumbran las estrellas. Un ser cuyo objetivo yace y termina en si mismo. La paz absoluta.

domingo, 20 de julio de 2014

Aunque a veces sienta que no tengo mucho
aunque a veces la vida me de la espalda
aunque me sienta abandonado, despechado,
no me sienta importante, no me sienta feliz
Aunque tenga la autoestima por el piso
y la motivacion se me haga inexistente
Siempre hay algo en que puedo contar
Pues tengo amigos que creen en mi
tanto como yo nunca habia creido

Y aunque el amor de otras me sea ingrato
y el propio sea intermitente
siempre tengo el de ellos

Cuando no tenga sonrisas
siempre existirá un amigo que comparta
las suyas conmigo

viernes, 18 de julio de 2014

Insomnia

Siento que hay un enorme grado de injusticia en el mundo

Puedo escuchar los vientos de guerra arreciar con fuerza,
la violencia azotando los frágiles rostros de niños morenos,
de mujeres resignadas,
de hombres indefensos azolados por el terror de la opresión

Pero es cómodo pensar que estan lejos

Que hay miles y miles de kilómetros de distancia,
es muy fácil pensar que son guerras lejanas,
que poco tienen que ver con nuestro día a día

Aún cuando son pocas las fronteras que nos separan de otras guerras,
de otras realidades
con otros conflictos bélicos

Grandes batallas de fuerza
y también de la mente
donde el odio sobrepasa la sensibilidad del ser humano
y la comprensión de la civilitud de una especie
que ha aprendido a sopesar verdaderas catástrofes,
solo para encontrarse con otras encrucijadas
fruto de su propia ambición y furia ciega

Aún cuando muchas batallas se libran
a nuestro alrededor,
angustian a nuestro pueblo,
oprimen a nuestros seres queridos,
parece que simplemente nada nos logra quitar el sueño

Mañana temprano, dos cucharadas de café y a seguir con la rutina

sábado, 5 de julio de 2014

Bedroom Eyes

"(...) Juguemos a querernos, sin querernos,
hasta el día en que alguno de los dos
vuelva a sentir amor por cualquier otro.
El amor es hermoso aun como juego."


- Extracto de 'Broadway', José María Fonollosa


  Después de pensarlo un rato, me concentré en hacer de dicha idea algo más que eso, sino algo que iba a hacer. Estaba decidido ya. La situación en casa no era de lo mejor. La Sandra no me da bola, hueón, y realmente algo extraño hay en eso. Asi que, anticipándome a cualquier eventual desenlace de lo que pudiera pasar en mi casa, me puse en la cabeza la idea de pasar por ahi, por ese barcito, ese cuartucho misterioso de vidrios polarizados. Ese enigmático oasis de delicias desconocidas, de emociones inesperadas. Nunca lo he hecho. Nunca he tenido las ganas, o el tiempo, de adentrarme en dichos ambientes, para mí era algo tan salvaje como zarpar con un barco hacia aguas esconocidas, dirección el abismo, el límite del mundo de los hombres. Se me aceleraba el pulso de solo pensarlo. Cuantas veces he pasado por ahí, muchas veces haciéndome el loco, sin caer en cuenta de qué yacia detrás de esas puertas. Otras, simplemente tuve unas ganas irremediables de mandar todo a la cresta, los habitos moralistas, la verguenza, el pudor, todo para entrar en dicho santuario de lo impenetrable. Dicha fortaleza desprovista de la mano de Dios (del Dios que se nos inculca a la fuerza en este país), aquel vasto templo erigido hacia el morbo y la degradación del ser humano. Temeroso estuve, durante todo este tiempo. Pero sin duda estuve más intrigado que nada. Ese placer de romper las barreras de lo prohibido a veces nos llama más fuerte que nada.

  Tenía previsto pasar despues de la pega. Era viernes, le dije a Sandra que me había salido algo con el proyecto que tenía pendiente. "Lo siento amor, pero si no soluciono esto, puta, ya sabi, el Claudio se pone hueón con estas cosas", le decía. "Si gordo, tranquilo, yo te voy a estar esperando igual, eso si no me arranco a otra parte, jajajá". "Jajajá que vai a hacer, contratar un vedetto?", respondí, de manera tan natural que no lo creía. Si lograba salirme con la mia, eso estaba por verse. Pero estaba dispuesto. Realmente ya me importaba nada lo demás. Y así como pude dar previo aviso de mi coartada, desde ese momento empecé a vivir una cuenta regresiva. Un infartante tic tac, continuo, incesante, un goteo entrecortado que taladraba mi sien.

  El auto lo podia dejar, convenientemente, estacionado dentro del mismo edificio. La empresa trabaja hasta tarde, y con el tiempo que llevo aquí, no causaba extrañeza que me quedara un poco más tarde finalizando detalles, o simplemente compartiendo un café con alguien, haciendo vida social. El local quedaba a dos o tres cuadras. Saliendo de mi oficina, me dirigí inmediatamente al baño. Me vestí de civil, retoqué en mi cabello, mi aliento, todo lo necesario sobre mi apariencia. Me quité el anillo, lo guardé en mis zapatillas para que no se extraviara. Para evitar levantar sospechas, tenía una chaqueta que, comodamente, tenia bolsillos amplios. Entonces, salí del piso en dirección hacia la entrada principal, con ambas manos escondidas. Caminando hacia afuera le dije a Don Sergio, el portero, que volvía en seguida. "Me dieron ganas de buscar un cafecito, se le ofrece algo compadre?". Su respuesta fue negativa, un gracias, palabras amables entre medio, y estaba en la calle. Empezaba mi aventura.

  Fui dando pasos certeros, imponentes. Caminaba con desición, pero, al mismo tiempo, vigilaba sobre mi hombro con cautela. Tenía hasta una ruta planeada. Me pasaría brevemente por la cuadra anterior al "café", para tantear bien el terreno y evitar encontrarme con "testigos sorpresa". Una vez en la recta final de mi ruta, tenía vista clara de mi objetivo. Ahi se posaban vitrales largos, negros, con un sugerente letrero de neón sirviendo de aureola. Un tipo en un banquito de bar custodiaba la entrada, cual minotauro de laberinto, leyendo el diario en silencio. Era el momento justo para hacer mi entrada.


  Empuje las puertas corredizas, moví la perciana negra que les sucedía, todo para encontrarme con un cuarto casi vacio. Tenia espejos a los lados, dos barras, una en cada costado. La caja se encontraba en una esquina y, cerca de ella, solamente una mujer ahí se situaba desocupada. Era joven, de pelo oscuro con reflejos castaños. Usaba un diminuto bikini con tonos verde fluorescente. Su piel blanca, lozana, parecía de seda y sus caderas me llamaban con el ritmo de la música. No tardó en girarse y hacer contacto visual conmigo, esbozó una sonrisa, se me acercó, y me saludó con un beso en la mejilla. "Hola, que se te ofrece?", me dijo. Le pregunté que habia, entonces me ofreció un café, y yo lo acepte con gusto. Me gustó su voz, tenia lindo rostro además. Inmediatamente se me hizo "diferente" a lo que creía como "mujer de café", se me hizo amena, agradable, de caracter ligero. Sensualidad subliminal, escondida como fuego bajo su piel, de esas que explotan con el tacto indicado. Me ubiqué en un lugar de la barra, sentado en un banquillo, esperando mi orden. Breves momentos después, había llegado a mi. Le espolvoreó una pizca de canela encima, me lo ofreció con un gesto, yo le dije "gracias". Segundos después, me dice "Vas a querer compañía?". Y yo, sin saber exactamente a que se refería, le pregunté sin mucho reparo. "Bueno, si quieres que yo me quede aca para conversar, para que te de un baile o cualquier cosa así, serian dos mil para invitarme algo y que te acompañe" Le dije que sí, que me gustaría contar con su compañia, así que ella fue a buscar algo para servirse y dar aviso en caja. Volvió con un vaso diminuto de jugo.

  "Me llamo Musi", dijo, "Y tu?". "Fabián", respondí. Después de breves vanalidades, logró hacer que me distendiera un poco. En un momento volvieron a mí sus palabras anteriores. "La verdad es que soy nuevo en esto", le dije, "Si, me parecía", respondió, sonriendo. "Ya te han dicho lo mismo?" acoté bromeando, con una pequeña gota de seriedad. "No, pero esta bien, si hay que probar de todo en la vida", dijo. Sus ojos me miraban profundamente, y durante una pequeña fracción de segundo, pude sentirlo. Un click, electricidad, puse mis manos sobre su espalda descubierta, apenas rozando su piel. Sentí estática. Deseo. "Entonces, quieres que te baile, verdad?" Me dijo juguetona. "Por supuesto", acepté.

  Rápidamente, puso sus manos alrededor de mi cuello, su nariz pegada a la mia. Empezó a moverse con un vaivén continuo, acercándose cada vez más a mi. Con las yemas de los dedos, recorría su espalda, sus costados, en movimientos circulares, yendo desde sus hombros despacio, muy despacio, hacia la parte más baja de su espalda, tomandome mi dulce tiempo en recorrer este nuevo paisaje que se me había abierto. Podía sentir su respiración junto a la mia, fue corto el tiempo hasta que nos acopláramos y comenzaramos a subir, tan majestuosamente como un cóndor se alza en los cielos. La primera parte fue solo eso, descubrimiento, tímida seducción en un juego tan antiguo como lo es la vida. Pasó entonces a voltearse, se sentó en mi regazo despacio, mientras mis manos iban de sus piernas a su vientre, acariciando cada contorno como si fuera mio, cada detalle, cada curva. Comenzó a menearse sobre mi, apoyándose en mi miembro en continuo roce, abriendo paso al salvaje recorrido que me esperaba. Disfrutaba en absoluto silencio cada segundo que se me otorgaba para esto, para deleitarme de su cuerpo. Poco a poco, el ritmo fue subiendo. La reacción fue inesperada, pero sin duda bien recibida. Se acoplaba a mi ritmo de manera perfecta, subiendo y bajando al compas de mis latidos, cada vez más agitados, agitando mi respiración, reaccionando a mi tacto haciendome pensar que ella también lo estaba disfrutando. Quizas fue un minuto, quizas dos, de los minutos más largos de mi vida, desvividos segundo a segundo con un placer que hace mucho no lograba sentir. Entonces, terminó todo, ella se dió vuelta para mirarme y exhaló de golpe, de forma agitada. Se abanicaba con la mano, entonces me miró y fue inevitable dejar escapar una sonrisa. Ella también sonreía.

  "Bueno, se acabó el tiempo pero si quieres pedir otro baile...". Entonces decidí ir un poco más allá. "Y algo un poco más que un baile, se puede?", pregunté, mi interés era evidente. Estaba embelesado. "Pucha, algo asi como atención privada yo no hago. Tengo compañeras que si, pero yo solamente atiendo acá, en el salón", respondió. "Entonces, creo que me gustaría otro baile", señalé. "Ya, vuelvo en seguida entonces", dijo, para luego retirarse y volver con el mismo vaso diminuto, relleno. 


  La segunda ronda empezó diferente. Ahora ya sabía que iba a pasar, así que quise tomar más desición. Inmediatamente se acercó a mi rostro, como antes, dejándose caer tímida pero seductoramente cerca mio, anticipando la tensión del momento, atrapando esas ganas que sentí y que, probablemente sentíamos, de callar la música y entregarnos con un beso. Ahora, con mis manos más firmes sobre su cintura, la seguía, luego la guiaba, aproximaba sus movimientos a mi cuerpo. Nuestra respiración se acoplaba, agitándose, siguiendo el ritmo de un amor tan fugaz como deslumbrante, como un cometa, como fuegos artificiales. Nuevamente, dio media vuelta y posó su cuerpo sobre el mio. Ahora el movimiento era mas cercano. Empezamos despacio, igual que antes, de a poco se nos fue de las manos y dimos espacio a la lujuria. Se movía de manera exquisita, para mi fue natural agarrarla decididamente, apretarla contra mi, subir las manos, acariciar sus pechos y jugar con su sostén, primero rozando las costuras, luego agarrándolos firmemente, masajeandolos mientras la escuchaba gemir en silencio. No fuera que sus jefes se enteraran que era algo más que un "baile". No fuera a pasar que estaba obteniendo algo más que lo que pagué. Pero ahí estaba ella, siguiendome el juego, rindiéndose a mi amor. Cuando se dió vuelta, podia sentir su respiración entrecortada, su pulso estaba igual que el mio. Seguía pegada a mi cuerpo, le agarré el culo para que no se separara, despues de acercarse sola la sujeté de la espalda. Su cuello se acercaba a mi boca con intención de seguir más allá. Sus labios se acercaban peligrosamente al deseo. Fueron, en total, más minutos de los que tuve conciencia. Que me importaba el tiempo, en realidad. Ella se detuvo despacio, sin querer soltar el momento. Gozaba escuchándola respirar, como si hubiera corrido una maratón. Breves segundos despues, se dijo algo así como "Cálmate", de manera muy sutil. Pero yo estaba seguro de haberla escuchado. Sin embargo, ya era el momento de dejarla ir, así que hice lo mejor que pude para tratar de distraer el momento. Pero estaba nervioso. No podía pensar en que decir. "Se me había olvidado que pedí un café", dije. Me miró con una sonrisa pacífica, y dijo "aprovecha, antes que se enfríe". Después, ni me acuerdo que le dije. No lo se, pero luego de finiquitar mi cuenta, nos despedimos, y partí a medias, sin mucho acordarme de como lograba caminar, hacia la persiana que cubría la salida.

  Saliendo de ahí, fui derecho a ver donde podía comprar un café normal, para que mi coartada estuviese completa. Cerca había un negocio que todavía no cerraba, compré, volví, y ahí mismo Don Sergio me preguntó amenamente "¿Se quedo conversando, Don Briones?". "Me di el gustito, compadre, total no estoy muy apurado", dije, luego abrí el tema de conversación para cualquier cosa que se me ocurriera. Jugueteaba con el anillo en mi zapato, moviendolo de lado a lado con mi pié, siguiendo la conversación de forma activa. Pero en realidad, mi mente se hallaba en otro lugar. Me imaginé entonces todo lo que había acontecido. Visualicé la idea de la Musi, de que podría pasar si volvía a verla. Una sonrisa se dibujó en mi rostro, hasta maripositas sentía, ¿Qué habrá tenido dicha chiquilla que logró revolver mi corazón como si fuera adolescente una vez más? No lo podía saber. Pero, hasta entonces, estaría nuevamente en miras de tomarme otro café.

sábado, 14 de junio de 2014

Memories

Entre nubes de nostalgia, veo hacia atrás y veo a un niño. Soy yo, de hace años atras, debo tener 6 años probablemente, un poco más. Me lo imagino corriendo por el patio empedrado, para cualquier parte. No habla con los demás, no juega tampoco, simplemente esta ahí, disfrutando el recreo, esperando a entrar a la sala. Entonces me acuerdo de aprender a atarme los cordones, de tomar te con leche al desayuno, de jugar con tazos y ranitas de plastico, ahora si con otros niños. Del furgón escolar, de escuchar la radio en el viaje. De las tardes calurosas que parecían eternas, de los días de lluvia con ese olor a tierra tan característico. De tenerle miedo a los truenos. Pienso en tantas cosas sobre esos dias, en vivir todavia en el departamento, en la cercanía y admiración que tenía por mis hermanos. En tomar once con mi hermana todos los dias.

Desde mi perspectiva actual no logro percibir demasiado. Pero me viene un sobrecogimiento tremendo cuando me acuerdo, se me empañan los ojos incluso. Todo esto, viene solamente por un pequeño "baúl del tiempo" que encontró mi hermana mientras ordenaba. Era una carpeta enorme, llena de varios trabajos y manualidades que hiciera durante esos años, en mi época de kinder. Fue inevitable revisar varias cosas, reirme por mis dibujos de niño, pensando en los buenos recuerdos y en la sencillez de otros dias. De tanto revisar y revisar, me topé con cosas que no me esperaba.

El primer objeto fue un dibujo. Eran solamente simples trazados de personas, "aquí dibujo a mi familia" decía arriba. Estaban mis hermanos, mi hermana (notoriamente más pequeña que mis hermanos), mi madre... Pero mi padre no aparecia. Claro, si en esos años era poco lo que se dejaba ver. Era un hombre ocupado, siempre viajando por temas de negocios, tratando de mantener a la familia. En esos tiempos hasta le tenia algo de miedo.

Lo segundo fue, para mi sorpresa, un diploma de honor. Que maravilla! Y yo que pense, durante todos mis años de infancia, que tenía un rendimiento pésimo. Que no estaba a la par de lo que se esperaba de mi. Que no podía alcanzar a mis hermanos y seguía siendo inferior. Hay recuerdos, si, varios recuerdos, donde se destaca que realmente me iba bien. Pero para mi es una sombra constante el fantasma del fracaso.

Lo tercero terminó esclareciendo algunas cosas (y sembrando varias dudas más): Un informe académico. Lo lei detalladamente, con una especie de lágrima en la garganta:

"Primer Periodo

1.- Área Física y de Salud: Coordina movimientos gruesos, realiza desplazamientos segpun diferentes tiempos. Su salud se ha visto afectada por repetidas amigdalitis.

2.- Área Emocional y Social: Es un niño independiente, capaz de manejarse solo. Participa en la actividad grupal. Se integra espontáneamente al grupo de pares, organiza juegos y tiene amigos. Es responsable y ordenado.

(...)Observaciones: Logra afinidad con varios compañeros, es buen amigo y fiel a ellos. Sabe compartir y no es peleador.

Segundo Periodo

(...)2.- Área Emocional y Social: Logró respetar órdenes preestablecidas. Establece afinidad con algúnos niños, de quienes debe repararse durante el trabajo por conversar bastante, sin embargo es responsable en su trabajo, a veces se demora más, pero los termina. En ocasiones demostró inseguridad al exponer frente al grupo curso.

(...)Observaciones: Muy ordenado en sus trabajos. Reforzar en el hogar desarrollo de la personalidad. Se destaca por rendimiento. ¡Felicidades!"

Todo bien. Bastante bien diria yo. Pero parte de mi no se siente identificado. Y entonces, lo unico que me queda por preguntar es... ¿Donde fue que quedó ese niño?

¿Qué diria él si me ve ahora? ¿Estaría orgulloso? ¿Que sería de ese niño con tanto potencial por delante? Me siento sobrepasado por ese potencial, siempre he sentido que no he rendido lo suficiente y ahora mismo se me viene encima eso. ¿Qué pensaría él de lo que he hecho con mi vida? ¿Estaría feliz? ¿Sabría entenderme en las desiciones que he tomado? ¿Sabría escuchar mis penas? ¿Mis derrotas?

Y es inevitable pensar que ese niño en verdad nunca se fué, nunca se ha muerto. Que sigue aquí, esperando salir, brillar, destacarse. Que dentro de un corazón noble existe todavía la fuerza de un lobo huargo, de una fiera indomable, esperando galopar raudo hacia los cielos y hacer llover tormentas por todo el mundo. Y me entristece pensar que ahora, ese niño no puede salir. Porque se siente demasiado ocupado sintiendose patético, solo, miserable. Porque se achaca en rencor y se esconde detras de cada esquina, porque siente que quiere mucho y que no lo han querido. Porque canta triste por la vida y no feliz, encarando a la vida. Me gustaría tomar a ese infante y nutrirlo con la experiencia de mis años. Cobijarlo, resguardarlo, darle animos para seguir adelante. Enseñarle que ante los ojos llorosos solo debe existir una amplia entrega a la vida, una energía que desencadene rayos y un millon de ideas para sobrepasar cualquier percance posible. Que ante todas las cosas, todas las personas y todo lo que podria pasar, existe siempre un ser que esta ahí para refugiarlo y amarlo cada día de la vida, y ese soy yo mismo. Y quiero pensar que ese niño me perdona y entiende. Apoyandome en mis triunfos y mas aún en mis fracasos. Amainando mi dolor con su ternura, secando mis lágrimas con sus manos. Quiere verme crecer y hacer cuanto pueda en esta vida, quiere verme reír y reír conmigo. Quiere que deje de estar amargado, que sea capaz de entregarme de cara a la tormenta, caminar sobre brasas, lanzarme al vacio y caer de pie. Todas las frustraciones que tengo son inmundas frente a esa idea.

Que mierda importa todo. Da lo mismo que pueda pasar. Da lo mismo estar sexual y emocionalmente frustrado, por que, ¿Porque no encuentro a una mina? Y estar frustrado por no vivir en un ambiente propicio, por no relacionarme con mi familia pero sentirme atrapado en una casa, ¿Que más necesito? ¿A quien cresta quiero culpar con todas esas cosas? ¿Donde está mi norte acaso? ¿En los demás? ¿Espero que los demás me solucionen la vida? Claramente esa no es la meta principal.

Y hoy tengo una nueva meta. Quiero hacer lo que sea necesario, todo lo que pueda, entregarme cien por ciento, solamente para que ese niño se sienta orgulloso. Porque se pueden esperar muchas cosas de mi a traves de los años, sobre lo que soy, lo que debo hacer, quien debo ser para quien. Pero al primero y al único que debo rendirle cuentas, es a mi mismo. Yo debo trabajar para mi. Yo debo asegurarme mi felicidad. Yo debo ser mi armonía, mi todo, mi plenitud y mi potencial. Me debo eso como mínimo.

sábado, 10 de mayo de 2014

I Am

Asumo inmediatamente la culpa
y dejo firmado para que no quede duda

Asumo la culpa de mis malos habitos
de mis descuidos
de mi apatía sobre mi propio cuidado
sobre mi desdén
sobre mi falta de pasión

Asumo el rol de verdugo y enjuiciado
asumo el rol de juez y dicto sentencia
asumo ante dios, y yo mismo, el jurado

Asumo mis malas letras
y mis afanes egoistas

Asumo sobre mis vicios
y obsesiones
sobre mi particular fijación
respecto a caminos ajenos

Sobre mis errores dejare
mis deseos

Sobre el tapiz quedarán mis ganas
mis ansias ridículas
mi apego a la miel
de los cuencos de porcelana

Enredandose en las sábanas
dejaré mis malos pensamientos
mi simpatía hacia lo prohibido
mi imaginación descarriada

Asumo ahora y busco remediar mis achaques
Asumo antes que sea mas tarde

Divinidad, precioso deseo
Esperandote estos brazos aguardan el duelo

lunes, 6 de enero de 2014

Face Of The Mountain

Subiría la montaña. Subiría hasta lo más alto posible, caminando vigorosamente, escalando incansable, solo para estar allá arriba y apreciar la vista. Ensalzarme con el viento escarchado golpeando mi rostro, raspando mi piel. Me posicionaría en el borde mismo del precipicio, acariciando la nada con los dedos, enfrentando mis miedos, sintiendo como de pronto se agolpan en mi pecho. Dejándome consumir por el fracaso, la desolación, la desesperación, el temor más grande, la paranoia, todas esas emociones. Me las tragaría, para darme fuerzas y arrojarme al vacio.

Cuando siento ese miedo terrible siempre me imagino lo mismo. Cuando estoy estresado. Cuando estoy cansado. Mi mente es asolada por la rabia inmensa y al final termina todo en energía, todo en poder, de hacer algo, de correr mil kilómetros y saltar a la nada, de terminar todo una vez por todas y saltar a las vias del tren, de por fin tener la fuerza necesaria para disparar el gatillo.

Y se manifiestan los fantasmas del pasado. Ese miedo terrible de volver a pasar otra vez por lo mismo y sentirme el más completo imbecil, un idiota, un irrisorio remedo de hombre cuya dignidad no vale más que un tapete, porque bien me podría pasar el mundo por encima y ya nada me podría importar. Que valgo yo. Que vale mi corazón. Que hago yo para buscarme siempre lo mismo, donde vuelco mis emociones que nada bueno sale. La verdad me da tanto miedo pasar por lo mismo que no quiero ni hablar.

Y la montaña se mantendrá impasible mientras me ve caer. Al llegar romperán sus vertientes recordando mi imagen.