lunes, 6 de septiembre de 2010

Wait and See (Parte II)

Sin mayores palabras, vuelvo a escribir mientras todavía queda en mí ese sentimiento, esa sensación indescriptible que mueve mi cuerpo apagado, me mantiene de pie. Debo hacerlo mientras su perfume todavía no termina de disiparse en el aire capitalino, mientras sigo cansado y atento, mirando como pasan las horas en un viejo reloj. Me siento tan... calmado. Sí, creo que es eso. Me siento calmado. Tan tranquilo, como hace mucho no me sentía. Es algo tan extraño, tan ajeno a mí a estas alturas de mi vida. Llega a ser confuso. Pero viene a mí ahora, como una agradable sorpresa, un regalo inesperado.

Pensar que hace tan pocas horas la tuve entre mis brazos. Serenamente la rodee, sentí su suave piel resbalarse entre mis dedos, casi parecía que rodeaba la misma oscuridad de la habitación y sostenía su alma. Jugueteaba suavemente, pausadamente, sintiendo su piel contra mi rostro. Era un preámbulo necesario, necesitaba esperar tan solo unos segundos más, unos breves segundos, disfrutando con ansias esa miserable tortura que se acababa aquí, ahora. Mis labios besaron su suave contorno. Se acercaron lentamente, muy lentamente, buscando alguna respuesta en su rostro. Hasta que mis labios encontraron algo, encontraron a los suyos en medio de la persistente penumbra. Con ternura se deshicieron en ellos, rindiendo tributo a una promesa antigua, perdida y olvidada hace varios años en los confines de la fragilidad de la memoria. Mientras el tiempo pasaba, deje cada segundo marcado en su piel. Y la abracé, como hace mucho tiempo esperaba hacerlo. Me acurruque en su pecho buscando calor, con el corazón mas despierto que nunca y la calma retomando mi cuerpo. Estaba en paz con todo, con la noche, con el mundo. Al fin, estaba en paz conmigo mismo.

Pensaba que iba a poder dormir algo, pero no, no pude dormir más de cuarenta minutos seguidos sin despertarme inconscientemente a contemplar la extraña situación que vivía, algo exaltado y notoriamente confundido, pero sin duda alguna todo eso pasaba a segundo plano cuando sentía su cuerpo durmiente descansar junto a mí, entonces cerraba los ojos un poco menos agitado. El precio de todo esto no llegó hasta la mañana siguiente, cuando el tedio, el cansancio y el sueño embargaban mi cuerpo con la luz del amanecer difícilmente colándose por un lejano ventanal. La luz trepaba el muro del patio, se aferraba del techo y llegaba a duras penas hasta nuestra habitación. No le di mucha importancia al cansancio. Entonces, la sentí moverse, rodearme con su brazo izquierdo y besarme fugazmente. "Buenos días", me dijo, y yo devolví el saludo, claro, con un simple "Buenos días". De ese momento, fue una sensación mutua de 'querer-despertar-pero-seguir-durmiendo-de-todos-modos' (llámesele también, quiero-pero-no-quiero) la que nos mantenía envueltos en las sabanas, a medias abrazados, dormitando por breves segundos. Paso unas cuantas veces más, yo trataba de despertarla mientras seguía casi dormido pero no había caso. Hasta que por fin dijo "Ya, me tengo que levantar". Me hice a un lado para que saliera, yo no tenia nada que hacer así que bien podía seguir en cama unos minutos más. La vi arreglarse, tomar sus cosas, dirigirse hacia la puerta y la escuche decir "voy y vuelvo", entonces salio a hacer lo suyo. Me quede acostado unos minutos, disfrutando el silencio absoluto que se producía a mi alrededor.

Tenía sueño, muchísimo. Intente meditar un rato, a veces me ayuda para despertar del todo, para deshacerme del cansancio. Digo que "intenté", porque lo hice casi sin éxito. No lograba concentrarme, y ese "cansancio" era tan parecido a una "resaca" que terminaba por no darme cuenta de cual podía ser la diferencia entre uno y otro, tan solo seguía agotado, bostezando, intentando permanecer despierto casi como que la vida se me fuera en eso. Tal vez era que todavía no me adaptaba completamente a lo que pasaba. Parecía todo tan surreal. En menos de doce horas, cambie de un "No creo que vuelva a verla" a esto, esto. Y ahora estaba en un lugar completamente nuevo para mí, intentando permanecer en pie, esperando nuevamente su regreso. No lo entendía del todo. Pero tenia sentido. Se sentía extrañamente 'normal'.

Mire el reloj brevemente. Tal parecía que mis intentos por 'meditar' ya no iban a tener resultado. Pensé que en cualquier momento ella estaría de vuelta, y al parecer tenia razón, porque en ese preciso momento escuche el portón de la entrada abrirse y la vi cruzar el comedor y dirigirse al dormitorio. De lo que paso después de eso, poco me acuerdo. La verdad es que no hay mucho ahí de que hablar, solo tomamos desayuno y vimos televisión un rato, encima de la cama, ligeramente distanciados uno del otro. Conversamos de forma más superficial, nos reímos, luego termine de recoger mis cosas cuando llego la hora de que ambos volviéramos a nuestras rutinas. Ahora estoy en la micro, hace tan solo unos segundos nos despedimos casi como si nada hubiera pasado y la vi bajarse y perderse de mi campo visual. Miles, millones de ideas se sobreponen a mí. "Era de esperarse", pensé. "The moment is gone, already gone". Pero... se siente extraño. Bastante extraño. Es decir, después de todo esto... ¿Qué es lo que realmente pasó?, ¿Fue algo del pasado inconcluso que por fin terminaba de resolverse?, ¿Aun queda más en esta historia?, ¿O eso ya había terminado, y lo unico que paso fue el inicio de un nuevo capítulo?... No sé. Quisiera saberlo. Pero hago caso al pequeño consejo que recibí anteriormente y dejo de darle vueltas al asunto. Alguien se subió a la micro a cantar, por lo que uso ese momento como excusa para distraerme.

"(...)Yo soy un loco
que se dio cuenta
que el tiempo es muy poco."


A modo de conclusión, intento respirar hondo y por lo menos recapitular lo que ha pasado, sin ir mucho más allá. Sea lo que sea, hay tres sentimientos e ideas que no podre sacarme del cuerpo el día de hoy.

1.- El aroma de su cuerpo, combinado con el gusto de sus labios, sus caricias y esa sensación que hace que me sienta "querido", por lo menos por hoy.

2.- El cansancio de una extrañísima "resaca", que bien podría dejarme vulnerable y aletargado, pero se contrarresta con una tranquilidad inagotable que domina mis sentidos.

3.- La confusión producida por lo recién vivido, que aporta una pagina mas (sea de conclusión, continuación o un nuevo comienzo) a ese recurrente capitulo de aventuras y desventuras que con ella he vivido.


Por mi mente circulan miles de preguntas y demas sentimientos. Buscar respuestas a todas ellas, en este preciso momento, seria precipitado. Por ahora debo atender esas responsabilidades que tengo pendientes, al bajarme abordaré el metro a casa para continuar con mi vida. Intentaré dormir un rato por ahí, aunque sea en el mismo metro y deba pasarme varias estaciones con eso. Bien lo vale, bien lo vale esta tranquilidad invaluable que me has dejado. Por la que he esperado desde hace muchísimo tiempo. Algo me dice que si quiero ver que pasa, tendré que retomar esa vigilia, esa espera eterna a la que ya estoy acostumbrado, tan solo para ver que pasa mas adelante. "Let's wait and see".




La volá legal - Lea, despues pregunte
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© Hernán Pumarino // Pseudohumano Artworks

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