miércoles, 26 de septiembre de 2012

Divinidad

"Ven", me dijo, y me tomó de la mano, andaba apurada creo. Caminamos unas cuadras así, despues bajo el ritmo. Nos detuvimos frente a la puerta de una casa que extrañamente supuse que era la mia. La tome de la cintura, mi mirada bajó por su escote para despues distraerse con su largo cabello rubio. Tenía sus manos sobre mis hombros, su nariz cerca de la mia. La escuche susurrar timidamente... "Se que tienes ganas". "¿De qué?" dije, pero mi pulso respondía por si solo. "De besarme" dijo, así nada más, entonces la adrenalina se echó a correr por mis venas como un caudal, mis manos la sujetaban firmemente, nos acercamos de a poco... Nuestras miradas se fundieron, pero nuestros parpados estaban cerrados, su aliento me entibiaba el alma. Nos movimos despacio, hasta que el suave roce de sus labios se hizo real y su delicado tacto fue desatando entre susurros el imparable deseo. Besaba como esa otra morena que conocía, pero al mismo tiempo era distinta, muy distinta. El calor de su cuerpo se fue fundiendo en mis manos de a poco, su cuerpo se deshizo, luego mire a todos lados y ya no estaba... Me quede un rato así, buscandola con la mirada, aun incredulo de mis ojos porque la sentia conmigo. Al dia siguiente desperte solo. Vi dos tazas de café sobre el velador, luego di media vuelta y segui durmiendo.

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