lunes, 4 de octubre de 2010

Wait and See (Parte IV)

Me muevo hacia la habitacion. Ya se me esta haciendo tarde, quizas deberia arreglar mis cosas e irme, no hay mucho mas que consiga quedandome aca. Quisiera salir rapidamente, pero me distraigo con facilidad y termino haciendo cualquier cosa, casi sistematicamente busco distracciones, ocuparme en tareas insignificantes o algo asi. Sigo con resaca. Esta vez, me dejo caer por sobre la cama, de espaldas, mirando al techo que en otro tiempo fuera blanco y ahora es solo un gris palido, poco llamativo y bastante sucio. Ahora, voluntariamente, comienzo a repasar los eventos del dia anterior. Todavia estoy con esa sensacion, ese sentimiento entre mis venas, ese bichito bajo la piel que maneja mis sentidos. Puta, si gaste nada y termine como siempre, generalmente gasto veinte o treinta lucas por salida, en verdad no me importa mucho la plata, mas bie no tengo reparo en gastarla si se da la ocasion. Soy bastante desprendido con mis posesiones. Pero bueno, son cosas que pasan, supongo. Necesito recostarme un rato. Cierro los ojos un rato. Unas cuantas imagenes se sobreponen a mi mente. De a poco comienzan a cruzarse imagenes por mis ojos. Estoy algo cansado, tal vez necesite seguir durmiendo un rato...

-Arturo

¿Que?... ¿Quien?... ¿Donde chucha estoy?...

-¡Arturo, hueon! Despierta hombre.

-¿Ah? ah, si. -Me habia detenido un momento. Malditas lagunas mentales.

-¿Que paso hueon? Sirvete una chela - Dice Martin, adelantandose y rellenando mi vaso. Buen hombre.

¿Que mierda es esto?... ¿Un sueño? No, es demasiado borroso para ser un sueño. La verdad, mis sueños siempre parecen mas realistas que la "realidad" en si. Me siento bien. Pero me siento extraño. Es todo tan surreal... Se siente casi como cuando era mas joven, y la vida que estaba viviendo no era la mia. Era otra persona, mirando a traves de los ojos de alguien mas. Ahora dirijo esos mismo ojos hacia el piso, la madera se ve algo falsa. La gente se ve mas falsa todavia. Y todavia no doy cuenta de donde estoy, ni cuando llegue aca, nada de nada.

-Hueon, tengo algo que preguntarte - Dice Martin, luego hace una pausa.

-Dale hueon, te escucho.

-¿Que te dio por hacerte vegetariano?

Un detalle menor. Bastante menor.

-La verdad es que, no se, siento que no necesitaba la carne.

-¿Como asi? - Replica, algo incredulo.

-No se. Creo que es solo eso.

-Pero, puta, nadie cambia solamente porque si. Si antes te gustaba la huea, comiai y todo y no te quejabai.

-Puta... no se, creo que fue parte de un cambio que necesitaba.

-Ya, sigue. - Aprovecho de hacer una pausa para tomar un sorbo, el hace lo mismo.

-Puta, he estado cambiando mucho en el ultimo tiempo. De formas que jamas pense que podrian pasar, en tan poco tiempo que, no se, se hizo raro todo hueon. Me estoy levantando temprano en las mañanas, a ratos estudio, me acuesto temprano, estoy gastando menos plata. No se, hasta me siento mejor. De repente es mas facil estar vivo, me tortura menos mi inteligencia y de hecho ayuda, sirve de algo. Despues, pase a la huea del ejercicio. Del entrenamiento, y toda esa huea. Siempre escuche a mi viejo decir que esa epoca fue la mejor de su vida, lo bacan que se sentia y todas esas hueas, no se, como que quise vivir eso. Quise experimentar esa huea para ver si me sentia bien. Entonces la huea de la carne se volvio innecesaria. Fue como un paso para limpiar mi cuerpo, para mejorarme a mi mismo. Mas bien, necesitaba dejar la carne. Necesitaba cambiar.

Otro sorbo mas.

-No... si, entiendo. Puta, parece que te esta yendo bien.

-Hueon... he cambiado. No se, como que se me arreglo la vida.

-¿Viste, hueon? ¿Viste que nada sucede por un motivo menor?

-Si, eso lo tengo claro... - Vuelvo a ver mi vaso, esta vacio. Todavia no se ni donde estoy.

-¡Eso es, hueon! Puta, ahora por fin paso. - Martin se detiene, luego continua. - Para mi que fue ella. Ella te tiene asi.

-Creo que si, hueon.

-El amor te esta cambiando. Estai enamorado. Y eso siempre te cambia...

Entonces, la imagen se diluye. Abro los ojos, estoy sobre la cama, recostado.


Me incorporo lentamente. Me siento en el borde de la cama, veo el reloj de la mesita de noche. Son las 11:30. Ya es demasiado tarde, pero ni me inmuto. No quisiera tener que moverme. "Estai enamorado. Y eso siempre te cambia"... ¿Que mierda?. No lo se, realmente, no lo se. Buscan mis dedos algo en el aire. Vuelvo a cerrar los ojos. Algo en el aire me trae un aroma conocido... un perfume que desde hace varios dias esta alojado en mi olfato, acomodado en mi memoria. Es dulce. Muy dulce. Me tranquiliza, me relaja. Mis ojos se vuelven a cerrar, mis manos suben y recorren una figura invisible que frente a mi se forma de la nada. Recorren sus cabellos, acarician sus transparentes contornos. Rodean cada centimetro, cada doblez de su inexistente presencia. Al abrir nuevamente los ojos, todo esto se desvanece. El perfume no se va. De nuevo esa sensacion, esa inestable pero agradable sensacion en mis nervios, ese agridulce sabor de boca. Una sonrisa se deja ver en mi rostro, sujeto mi cabeza con una mano, me siento un idiota. Creo que soy demasiado cobarde para admitir lo que esta pasando. Siento mi vida completa, plena. Pero algo falta. Algo debe resolverse todavia.



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© Hernán Pumarino // Pseudohumano Artworks

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