jueves, 9 de junio de 2011

To an old friend

Es tu imagen la que salta de recuerdo a recuerdo. De tardes de ocio mirando la calle, de dedos frios y ojos cansados que buscaban un hombro para enjugar sus lagrimas. De cervezas frias en dias de lluvia. De hacer nada, quizas dormir para pensar que hacemos algo. Ayer te vi como un espejismo, debo admitir que me asuste bastante al pensar que eras tu, mi corazon dio un salto, al salir de mi engaño pase del miedo a la aceptacion, a recordar, a volver a extrañar. A pensar en esa cabellera corta que cambiaba de color eventualmente, en esa risa que poco tenia miedo a expresarse, en palabras que daban claras muestras de identidad y de fortaleza inquebrantable. Es decir, ni yo pude quebrarla...

Te llore como era de esperarse. Como se llora la muerte de algo hermoso. Calle la muerte de mi mismo para no opacar el otro duelo. Y arrastre aquel fantasma por mucho tiempo, mirando tras cada esquina una imagen, una sombra que me perseguia, la culpa, el remordimiento. Me aleje tanto como pude. Hasta hice amigos para pensar que no estaba solo, aun sabiendo que no los necesitaba.

Desde ese dia no quedaron recuerdos, no quedaron cuidados, no quedo sombra del afecto en mi alma. El cuaderno gastado que te habia prestado lo di por perdido. Sabia que nada seria lo mismo.



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