Siento que hay un enorme grado de injusticia en el mundo
Puedo escuchar los vientos de guerra arreciar con fuerza,
la violencia azotando los frágiles rostros de niños morenos,
de mujeres resignadas,
de hombres indefensos azolados por el terror de la opresión
Pero es cómodo pensar que estan lejos
Que hay miles y miles de kilómetros de distancia,
es muy fácil pensar que son guerras lejanas,
que poco tienen que ver con nuestro día a día
Aún cuando son pocas las fronteras que nos separan de otras guerras,
de otras realidades
con otros conflictos bélicos
Grandes batallas de fuerza
y también de la mente
donde el odio sobrepasa la sensibilidad del ser humano
y la comprensión de la civilitud de una especie
que ha aprendido a sopesar verdaderas catástrofes,
solo para encontrarse con otras encrucijadas
fruto de su propia ambición y furia ciega
Aún cuando muchas batallas se libran
a nuestro alrededor,
angustian a nuestro pueblo,
oprimen a nuestros seres queridos,
parece que simplemente nada nos logra quitar el sueño
Mañana temprano, dos cucharadas de café y a seguir con la rutina
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