Hoy dia, mientras estaba trotando, pense en algo. Soy una de esas personas que estan acostumbradas al minimo esfuerzo, que van por la vida haciendo las cosas asi, sin muchas ganas, o sin mucha intencion. Porque asi fue como fui creciendo. Despues de una infancia tratando de estar a la par de mis hermanos mayores, llego el momento del quiebre familiar (la separacion de mis padres) donde cada quien fue tomando su propio camino, fue usando sus propias herramientas para salir adelante con un punto que marcaria un antes y un despues en nuestras vidas. Asi fue como mi madre volvio a tomar su propia vida como mujer soltera, mis hermanos, que ya estaban grandes, fueron buscando cada quien su independencia. Y yo, siendo un jovencito de diez, casi once años, me quede sin la guia de mis padres, sin ver el ejemplo que ponian mis hermanos, sin nadie a quien seguir, sin saber como formar ese propio camino que debia tomar. Entonces tuve que aprender a valerme por mi mismo.
Pero no sabia hacerlo. De niño me criaron con la idea de hacer las cosas bien o no hacerlas, para eso tenia la ayuda de mis hermanos a veces, que aunque estaban cada vez mas ocupados con sus vidas, siempre parecia tener a mi hermana ahi para tomar once viendo la tele todas las tardes, o a mis hermanos para jugar al super nintendo, para enseñarme trucos en el mario, para ayudarme en las tareas (mas bien verme como las hacia). Asi podia lograr las cosas, me sentia apoyado, me sentia con las herramientas necesarias. Pero despues de lo que habia sucedido, debia mantener esos progresos pero no sabia bien como. Me frustraba intentando hacer cualquier cosa, asi que las dejaba a medias. Con trabajos, presentaciones, toda clase de responsabilidades menores de la etapa escolar, fui tambien dejando todo inconcluso, y se fue formando un miedo mas grande que el de no completar lo que se me pedia. Fui tomandole miedo a hacer las cosas porque quizas no fueran lo suficientemente buenas, porque podia irme mal, porque podia fracasar aunque lo intentara, asi que en vez de siquiera intentarlo, simplemente me acostumbre a no hacer nada, por el miedo a quedar en ridiculo, a quedar en verguenza. Me acuerdo muy bien de una vez en cuarto basico donde tenia que disertar sobre los tiburones. Me atrase mas de un mes en eso, la profe me preguntaba casi todos los dias que cuando iba a presentar, yo decia que estaba trabajando en eso. Y lo hice. Hice el trabajo y todo, un hermoso papelografo con dibujos, descripciones, recortes. Pero cuando llego la hora de salir a presentar, simplemente tome el papelografo y lo escondi. Me dio un miedo terrible salir y tartamudear, o no decir ni una sola palabra, o balbucear, asi que preferi decir que no tenia nada, quedandome sin presentar. Hasta que unas semanas despues la profe encontro el papelografo detras de un mueble viejo de la sala, con mi nombre escrito, asi que no tuvo reparo en llamar a mi madre para ponerla al tanto del asunto.
Esa debe haber sido la primera vez que me enfrente a un sicologo. Mi madre y la profesora habian concertado una cita con la sicologa del liceo, para la semana siguiente, lo unico que recuerdo de eso es que fuimos, me sentaron en una silla, muy preocupadamente la sicologa me preguntaba sobre que habia pasado para que hiciera eso. Naturalmente me sentia horrible conmigo mismo, y no pude decir palabra al respecto, solamente me puse a llorar, cuando me hacia preguntas cerradas decia "si" o "no" pero no mucho mas que eso. Se que era pequeño, pero en ese momento me senti del tamaño de una hormiga. Cuando me enfrento a situaciones dificiles tiendo a sentirme diminuto, a recordar a ese pequeño niño que con los ojos llorosos no sabia decir bien que su pena era tan grande por no poder hacer nada bien, que empezo a desarrollar algo que mas tarde fue diagnosticado como "miedo al fracaso" y "fobia social". Ese año tenia una excelente profesora que me ayudo, con mucho afecto, a seguir adelante y completar lo que se me pedia. Esa joven maestra se llamaba Gloria, miss Gloria le deciamos, o profe Gloria, yo preferia decirle Tia Gloria. Me sentia muy protegido con ella. Fue como una segunda mamá. Mirandolo en retrospectiva, fue como la unica madre que tenia por ese entonces, la de siempre estaba ocupada haciendo sus cosas.
Despues de ir a otros sicologos y no lograr nada con eso, en quinto, cuando ella nos dejo para hacerse cargo de otro curso, ahi fue cuando empezaron a declinar las cosas. Baje muchisimo mis notas, me empece a llevar mal con mis compañeros, mis amigos, al punto que empezaron a dejarme solo, asi que ademas de sentirme solo en la casa me pasaba lo mismo en el liceo, no se como pase de curso ese año pero en sexto simplemente no pase, repeti. Me acuerdo que la noche cuando recibi mis malas noticias a final de año, junto con la reprimenda severa de mi madre, llore muchisimo, me sentia estupido, un bueno para nada, llore y llore en mi habitacion repitiendome lo tonto que era, hasta que de un momento a otro las lagrimas dejaron de salir. No se bien que paso, pero no podia seguir haciendolo. Y no pude llorar hasta dentro de mucho. El punto es, que cada vez que pienso en hacer algo y veo que estoy fracasando, hay una vocecilla que me dice que "para que lo intento, si no lo voy a lograr". Hoy dia trotando, iba en la mitad de mi recorrido usual, sono esa frase en mi cabeza y mi ritmo empezo a bajar, me senti cansado, con calor, agobiado, segui trotando de todas maneras pero no paso mucho rato hasta que simplemente me detuve y lo deje del todo.
Eso cubriria lo que significa el "miedo al fracaso". Lo de la "fobia social" es algo asociado a esto. No solamente tengo miedo de rendir, es un miedo a no rendir segun las expectativas del resto. Por lo tanto, es un miedo a fallarle a los demas, a alguien, pero no solamente a la gente que me conoce, mas bien, miedo a fallarle a la gente que me estima, que me quiere. ¿Que pasa si le fallo a alguien que espera que cumpla lo que se me pide? Pues, no se, pero en lo personal siento constantemente que cuando fracaso en algo, la gente se va a enojar conmigo, se va a decepcionar, e inevitablemente se va a aburrir, y (aunque suene descabellado) temo me va a dejar de querer. Debido a esto he creado una suerte de burbuja, un muro ante mis propias debilidades e inseguridades que se basa en la proteccion y la preocupacion por el resto. Como no puedo encargarme de mi mismo, ayudo al resto, no solamente para sentirme util y cubrir ese miedo al fracaso sino que para evitar a la gente entrar en mi lado debil.
Temo profundamente que si alguien ve el desastre que puedo llegar a ser cuando me siento inseguro, simplemente va a manchar la opinion que tengan de mi y les voy a dejar de importar, que se van a ir, que se van a aburrrir, que no me van a apoyar como yo quisiera. Esto viene del mismo problema raiz. Porque si en la epoca donde mas necesitaba apoyo incondicional no lo obtuve de nadie, ni siquiera de mis hermanos o de mi propia madre (mi padre es una historia distinta), entonces, ¿Por que alguien mas debiera hacerlo? Y eso tambien es otro tema, durante muchos años considere impensable caerle bien a alguien, o gustarle a alguna niña, o que la gente se acordara de mi o me extrañara. Simplemente por el miedo que sentia al rechazo, a quedarme solo, asi como con el miedo a fracasar, me fui aislando y evitandole a la gente entrar en mi mente, en mis sentimientos, porque sentia que no habia caso en intentarlo. Esta idea se fue reforzando gracias a que a las pocas personas a quienes les permiti entrar en mi mundo, como cierta niña a la que conoci cuando me cambie de colegio, se fueron asi como si nada de un dia para otro, dejandome a la deriva como siempre. Ella misma me juro y me recontra juro una y mil veces que sentia algo por mi, que me amaba, que queria todo conmigo, pero al poco tiempo se descubrio la verdad y ella simplemente se burlo en mi cara por dichas declaraciones, lo estuvo haciendo todo el tiempo. Asi que de vuelta a aislarme. De vuelta a los sicologos, a los psiquiatras, a tanta cosa a la que me llevaba mi madre solo para que se me "quitara toda esa tontera de la cabeza". Ella participaba comunmente, diciendo estar preocupada y con ganas de encontrar una solucion. Despues de terminada la hora y en el camino a casa, me demostraba con creces lo contrario.
Ultimamente, creo haber superado la mayor parte de eso, entenderlo fue lo principal para llegar a un acuerdo entre mis miedos y mis ganas de hacer algo. Pero de vez en cuando me doy cuenta que no hay heridas que cierren del todo. Cuando no puedo hacer algo, cuando me siento debil y se asoma ese miedo al rechazo y al abandono, recuerdo toda esa epoca, pienso en aquel fragil niñito que a la fuerza tuvo que crecer, desarrollarse por cuenta propia, tomar las riendas de su propia vida a una edad en la que ni siquiera sabia que iba a hacer en esta, pienso que prefiero jugar a trabajar, a dormir que levantarme, a comer cosas dulces, a ver tonteras en la tele. Y cada vez que se acerca alguien, algun amigo o conocido en busca de consejo, con un problema, con una preocupacion, pienso "quien soy yo para dar consejo sobre como llevar su vida", claro, se siente bien ser de ayuda para el resto, que te lo agradezcan, que te digan lo bueno que eres para dar consejo o lo sabio que pareces, lo maduro que te ven. Pero dentro de mi, muy dentro de mi existe todavia ese niñito que solamente quiere una madre que lo quiera incondicionalmente, que lo cuide sin tener que preocuparse de nada, que lo abraze y le diga que todo va a estar bien, que le cocine algo rico para el almuerzo o que lo lleve al parque para enseñarle a andar en bicicleta, que le seque las lagrimas de los ojos cuando se cae y que le lea un cuento antes de irse a dormir. Alguien que soporte su mal humor, sus pataletas, que le de en el gusto solamente porque lo pide. Es que me preocupo tanto de los demas que a veces se me olvida que necesito alguien que lo haga por mi. Aun me siento un infante que solo quiere amor y cuidado para superar una etapa que ya deberia haber cerrado hace mucho. Ese vacio no se cubre facilmente. No soy de llorar seguido pero admito que mas de una lagrima derrame escribiendo esto. Es que cuando lo pienso me siento pequeño... Asi, del tamaño de una nuez.
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1 comentarios:
Espero haber sido un gran apoyo para ti en el proceso de crecimiento, porque yo creci mucho contigo Hernancito...
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