Fuesen tus piernas
como enlaces
entre el cielo
y la tierra.
Entre lo profundo
y lo vanal,
lo mortal y
lo divino.
De mármol talladas
tus facciones.
Tus cabellos largos ondulando,
bailándole de espaldas
a tu cuello,
acariciando los contornos
de la calle,
desviando mis ojos
incrédulos.
Y así como llegas te me pierdes
con cada paso. Madre mía.
diversión, para embriagarse de placer
en el edén entre tus piernas.
en el edén entre tus piernas.
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